TEATRO

LA CASA DE BERNARDA ALBA de Federico García Lorca (1936)

Dos meses antes de ser fusilado en la carretera de Víznar Federico García Lorca leía a un grupo de amigos su última obra de teatro La casa de Bernarda Alba, subtitulada Drama de mujeres en los pueblos de España. La obra no se estrenaría hasta 1943 en el Teatro Avenida de Buenos Aires y tardaría décadas en poderse ver en los escenarios españoles. Si no me falla la memoria la puesta en escena, dirigida por Lluís Pasqual es la tercera que veo de la obra. La primera fue en 1978 cuando Ismael Merlo realizó una magnífica interpretación del personaje de Bernarda; luego vino la espléndida película en la que la tirana era interpretada por Irene Gutiérrez Caba (con una sensacional Florinda Chico como La Poncia, Vicky Peña como Milagros y Ana Belén encarnando a Adela), hace unos años en el teatro Principal de Barcelona, Calixto Bieito proponía su peculiar visión de la obra... ¡un verdadero despropósito! y ayer en el TNC la versión de Lluís Pasqual: espléndida en todos los sentidos: una puesta en escena que consigue crear el ahoga que pretendía Federico con la obra, que consigue que el espectador forme parte del drama de esas mujeres encerradas entre esas cuatro paredes ("esta casa es un convento" "una prisión"), un grupo de actrices corales que resuelven perfectamente los pocos cambios de escenario que se producen; una Teresa Lozano creando una más que creíble María Josefa, la demente madre de Bernarda que anuncia la tragedia y se atreve, desde su locura, a decir verdades como puños y finalmente, las dos grandes actrices ESPERT/SARDÀ o SARDÀ/ESPERT pues aquí si que sirve el "tanto monta, monta tanto" ¡eso es interpretar! Siempre he admirado a las dos, pero en esta ocasión sólo puedo decir que están espléndidas, cada una realizando una interpretación personal de los dos personajes principales del drama.

LA MEJOR OBRA TEATRAL DE LA TEMPORADA BARCELONESA